Creada desarrollada por comunicadores y artistas, subempleados en deliriumtremens e intoxicados por el smog mediático de la urbe chibchombiana en el inicio del siglo final. Adheridos a la telaraña cibernática durante todo el día transmitiendo las 24 horas de cada día que nos queda de vida acompañando a nuestro ciberoyentes con los sonidos del mundo alentados por los comentarios de nuestro equipo comentando y cuestionando sobre este deslúmbrante y desquisiado mundo.